Y por fin os traigo la última entrega de esta serie de artículos sobre el empleo en Finlandia. Como ya os dije en los anteriores, se trata de puesto de Ingeniero de Software en Helsinki, pero puede ser aplicable para otros.
Vamos al lío:
***********************************************
Vamos al lío:
***********************************************
***********************************************
Las condiciones de empleo
En esto amigos, nos meten unos cuantos goles por la escuadra. Y es que todo está mucho mejor organizado que en otros países, aunque no es oro todo lo que reluce. Voy a intentar ir punto por punto destacando lo mejor y algunos detalles a tener en cuenta.
El salario:
Ya os dije en la segunda parte que no os iba a decir cuanto gano, pero eso no impide que os cuente como son aquí los sueldos. En comparación con España son altos, bastante más. No hay salario mínimo fijado por ley, todo depende del convenio acordado. En general, el sueldo medio ronda los 2.000€ al mes, en doce pagas, y dependiendo de la empresa, puede que haya extras o no.
Es cierto que la vida en Finlandia, y especialmente en la capital, es más cara, pero tampoco mucho más comparado con España (en cuanto a la vida diaria se refiere), con lo que en proporción, sales ganando al trabajar aquí.
El horario:
Aquí si que nos ganan pero bien. Mi jornada es de 37'5 horas semanales, es decir, 7'5 horas diarias durante cinco días, y cada día media hora para comer (quizás esto es un poco escaso), con lo que cada día trabajas 8 horas y te quedan bastante para pasar la tarde.
En mi empresa tengo la suerte (buena o mala) de que el horario no lo controlan a rajatabla y son bastante flexibles, ya que el trabajo va por tareas más que por horas que estás en la oficina. Esto es un arma de doble filo pues aunque hay veces que te quedas un poco menos, habrá otras veces en las que te tocará quedarte más tiempo si la tarea se te atasca y no se reconocerá como horas extra (a no ser que no sea algo puntual, claro).
Por otro lado, puedo entrar a la hora que quiera entre las 7 y las 10.30, por lo que si un día quiero salir antes, puedo entrar antes para ajustar las horas y viceversa, si tengo algo que hacer a primera hora, luego puedo recuperar las horas por la tarde. Además dan bastante facilidades si necesitas hacer cualquier cosa inesperada un día concreto. Esto depende mucho de la empresa, pero en general son muy flexibles.
Las vacaciones:
Todo parecen ventajas, ¿verdad? Pues con las vacaciones os voy a decepcionar. En los primeros años en la empresa (creo que en los dos primeros), te tocan de vacaciones 2 días por mes trabajado, es decir, 24 días al año, después pasa a ser 2'5 por mes, lo que equivale a 30 días. No está nada mal diréis. El problema viene que esas vacaciones no las puedes usar hasta que no completas el año fiscal que empieza en Abril. Es decir, si empiezas a finales de Marzo, no podrás coger vacaciones hasta Abril del año siguiente, ya que vas acumulando días cada mes, pero no los puedes usar hasta el año siguiente.
Con lo cual, esto es una tortura en el primer año, sobre todo si te pasa como a mí que comienzas en Marzo, tan sólo consigues acumular los dos días de Marzo para el resto del año hasta el siguiente Abril (tienes que trabajar al menos 14 días laborables para que te cuente el mes).
En cualquier caso, si te despiden entre medias, esos días que hayas acumulado te los tienen que pagar.
Por otro lado, en el año hay como tan sólo unos pocos días festivos, muchos menos que en España, y si caen en fin de semana, no los mueven como a un día laboral, con lo que habitual son semanas de cinco días y prácticamente no hay ningún puente.
La responsabilidad del trabajo es tuya:
Este es un detalle que me di cuenta el otro día hablando con otro de los españoles de por aquí. El jefe no está encima tuya, te van a pedir explicaciones si te retrasas, te van a pedir que vayas informando de los avances que hayas hecho en tu tarea. Pero la tarea es tuya, y el jefe no te va a presionar, es decir, no hay un intento de echar la bronca o generarte estrés por parte de la gerencia.
Esto creo que es un gran acierto y se debe, yo creo, a la mentalidad finlandesa basada en la confianza y la honestidad. Aquí nadie va a intentar mentir y escurrir el bulto, por supuesto que hay gente que trabaja más o trabaja menos, pero no hay una anarquía por no estar presionando al empleado. La gente es adulta y profesional.
Para mí funciona muy bien, pues no me veo excesivamente agobiado, más bien comprendido, pero tomo la responsabilidad de sacar las cosas adelante pues al final son mis tareas.
Otras cosas buenas:
Por ir cerrando y resumiendo:
- La baja por paternidad son 3 semanas y la de maternidad unos 4 meses.
- La cobertura sanitaria es gratuita a través de la cobertura de la seguridad social, aunque tiene cierto copago. Las empresas suelen tener seguro privado también.
- El teletrabajo está permitido y es bastante cómodo para hacerlo de vez en cuando.
- Los impuestos son proporcionales al sueldo, y no son tan elevados como algunos creen. A mí me quitan un 19%, depende del sueldo. Si te pasas de lo declarado al comienzo del año, te aplican el doble.
Con esto doy por concluida la serie de artículos Trabajando en Helsinki:
***********************************************
***********************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario