Es curioso, si miras hacia atrás, ver cómo ha cambiado Internet. Basta con que hayas estado unos años para que sepas que no es lo mismo, que cambia a una velocidad pasmosa y que probablemente lo siga haciendo.
Hoy en twitter, añadiendo a alguna persona nueva me he dado cuenta de una cosa, y es que la mayoría de sus perfiles muestran el nombre real a parte del nick. Y esto, que hoy en día lo vemos tan normal, era muy extraño hace unos años.
Mis primeras incursiones por Internet, allá por el año 2000, (cuando todavía era joven e inocente... :P ) era para entrar en chats o algunos foros. En los chats obviamente se usaba un nick, nada de nombre real, pues hablabas con desconocidos.
Recuerdo el primer foro al que entré, se llamaba algo así como "TuPortal", y recuerdo que el primer requisito era registrarte, y lo que te pedían era un nick. Así que me inventé mi nick, Kuu, porque claro, eso era Internet, cualquiera lo podía ver, cómo iba yo a poner mi nombre de verdad al alcance de todo el mundo.
Después comencé con el Messenger, ahí se planteaba el problema de la identidad de nuevo. Mucha gente optaba por poner su nombre pero no tal cual, si te llamabas "Juan Perez" pues te ponías de identidad juanito_p3387, con lo que tu identidad, la real, la que pone en tu DNI, seguía sin estar expuesta, a pesar de que en general, usaras esta comunicación con tus amigos cercanos, aunque siempre había la posibilidad de añadir y conocer otra gente.
Más tarde, comenzó a popularizarse su uso, y empezó a entrar gente más mayor que en un principio no esperabas, como tu padre, ellos sí que usaban identidades reales, pero porque te tenían a ti de contacto y a nadie más... Eso me llamó mucho la atención en el caso de mi padre, porque recuerdo que estaba registrándose y en el campo Nombre, puso su verdadero nombre, y yo le dije "¿pero por qué pones el de verdad? Así van a saber quien eres..." Como si no hubiera Pepes en el mundo. Y es que ante la posibilidad de descubrir tu identidad a una empresa que no conoces ni sabes muy bien que hace con tus datos, o la de mantener el anonimato, muchos preferíamos mantener segura nuestra identidad, por si acaso.
Pero luego llegó lo social, y cuando digo lo social me refiero a Facebook o en el caso de España, Tuenti. Ahí ya si que entró todo el mundo, todos tus compañeros de instituto o carrera tenían, tus padres se quisieron hacer uno y poco faltó para que hasta tu abuela se lo hiciera. Y es que, o estás en Facebook, o te enteras de la mitad de las cosas de tu pandilla si todos están ahí. Es simplemente que mucha comunicación se ha pasado ahí, se sigue hablando de lo mismo y se sigue quedando igual, pero después de quedar o de haber hecho un viaje, lo plantas en tu red social para contárselo a tus colegas que no pudieron ir o simplemente para recordarlo de nuevo.
Pero ahí ya caímos en utilizar nuestros nombres reales, aquí no te añado yo cuando tú me das tu email, no. Aquí te busco por nombres y apellidos. Pocos son los que usan algún nick o utilizan nombres diferentes, y muchas veces por eso es más difícil añadirles aunque sean tus amigos. Aquí es donde se produce el cambio y muchos que llevábamos mucho en Internet, empezamos a usar nuestro nombre real en lugar de nuestro nick.
En el caso de Twitter, el fenómeno combina un poco las dos vertientes, por un lado el nick que es con el que envías mensajes y con el que te mencionan, pero por otro lado en el perfil tienes un campo nombre, y es sorprendente la cantidad de gente que tiene sus datos reales. Sería de esperar que, según el anterior modelo, la gente usara un nick y no diese sus nombres reales, pero muchos deciden darlos, porque se ha asociado lo social en Internet a dar la verdadera identidad.
Y ya si nos vamos a Google+, al conectarlo con nuestros servicios, nos ofrece amablemente cambiar el nick que teníamos antes si es que no era nuestro verdadero nombre, por la identidad real de cada uno, y he de reconocer que yo también lo he cambiado.
A qué se debe este cambio. Quizás a que nos hemos vuelto más confiados, llevamos años en Internet y nos fiamos más de los usuarios. Quizás que Facebook está enfocado a ello y nos haya empujado a usarlo. Quizás que la gente que ha venido de fuera de Internet no se ha preocupado por mantener su anonimato y con un poco de efecto bola de nieve, la gente empieza a decir sus nombres y los demás hacen lo mismo. O quizás que pensar un nick y un apellido para el nick ya era demasiado.
En cualquier caso, ahora que los buscadores son casi perfectos, ahora que compartimos mucha más información de nuestras vidas diarias, ahora que todo está en Internet, ahora, hemos decidido perder nuestro anonimato.
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